“El filósofo como detective”, de Marta Abergo Moro, fue presentado el martes 13 de agosto de 2013 en el Museo del Libro y de la Lengua, con un prestigioso panel conformado por Diego Golombek (Doctor en Biología), Renée Girardi (Prof. Filosofía) y Eliana Montuori (Médica y Psiquiatria).

De izq. a derecha: Marta Abergo Moro, Renée Girardi, Diego Golombek, Eliana Montuori; asistentes; músicos en el cierre de la presentación.

A continuación parte de sus comentarios sobre el libro:

El hilo conductor es la indagación. Vamos a hacer una especie de fantasía: están reunidas muchas personas en un lugar y de pronto desaparece un objeto precioso. Convocan a un detective para que descubra dónde está ese objeto precioso y descubra quién o quienes son los culpables de este robo. Se plantea muchos interrogantes. ¿Cuánto los sentidos pueden engañar o no? ¿A qué responde lo que cuenta una persona? ¿Cómo se hace para encontrar cuál es la parte subjetiva y cuál la parte objetiva del relato, si la verdad está en lo que uno piensa, si la verdad está en la cosa misma, o si - como más tarde se empezó a decir, con Aristóteles - en la concordancia del sujeto con el objeto (la verdad semántica). ¿Cómo se resuelve todo lo planteado por estos personajes, todos estos enigmas?, ¿qué relatos como indicios, ¿qué relatos como pruebas? ¿Son válidas las pruebas? ¿Qué de todo esto que he escuchado es verdadero?; ¿qué es una opinión, qué es una creencia, qué es verdadero?
Terminadas todas las rondas de entrevistas, nuestro detective se va a la biblioteca a meditar para descubrir quién había robado y de qué se trataba ese objeto precioso. Nuestro detective, recogiendo todos los hilos, llega a la conclusión de que ese objeto precioso era un libro, más precisamente este libro y todos habían sido culpables de sustraerlo porque a todos les había provocado un asombro tan grande que querían conocerlo y leerlo. (Renée Girardi)

El libro me generó muchas sorpresas. Me dispuse a abrir el libro y a no entender demasiado de qué se trataba. Ha sido una tremenda sorpresa que no esté escrito en difícil y que haya un esfuerzo para eso. Desde el prólogo mismo se dice que éste es un libro sobre el asombro. ¡Y el asombro es la meta de lo que yo hago! Yo me asombro cuando abro una rata a ver qué tiene adentro, o toco un pedacito de su cerebro a ver cómo responde. Y resulta que el asombro no es patrimonio nuestro, de los que hacemos experimentos. Resulta que un filósofo se asombra del mundo, y ése es el motor del filósofo para tratar de entenderlo. Es más, si se dice de una manera en la cual se obvia el dificilismo, realmente todos pueden disfrutarlo y todos pueden asombrarse.
Cuando uno escribe un libro está haciendo un objeto literario para que alguien lo lea; es más, para que lo lea apasionadamente, porque si no, no tiene sentido la lectura. Por supuesto, el rigor científico, filosófico en este caso, puede estar comprometido. Pero una vez que eso está asegurado, todo vale. Esto es un libro. Casualmente es de filosofía. Es un libro que dan ganas de leer. (Diego Golombek)

Yo creo que uno de los hilos conductores del libro es cómo va construyendo conocimiento la humanidad, cómo hemos construido conocimiento los seres humanos desde el principio de nuestra cultura hasta hoy en día, qué maneras tenemos de validarlo, y otro el de la problemática de que es posible darse cuenta cuando estamos cometiendo un error en nuestras teorías, pero no tanto cuando estamos acertados. Todas las teorías son presuntivas, tienen una vigencia relativa en el tiempo, y Marta nos invita a no aferrarnos rígidamente a las teorías, ni en grupos, ni en lo personal. Un aprendizaje que el libro nos puede brindar es enseñarnos a pensar y ser plásticos en nuestros pensamientos; no aferrarnos rígidamente a una idea que probablemente en un tiempo deje de ser válida. Nos habla de la dificultad para poder hacer esto, y en ese sentido las dos personas anteriores hablaron de la capacidad de asombro del ser humano y de la necesidad del asombro para poder seguir pensando. Pero al mismo tiempo de la dificultad que significa darse permiso para asombrarse - porque asombrarse implica una revolución interna. No es sólo lindo asombrarse; también angustia, también preocupa, también genera dudas. En ese sentido hay que poder tolerar el asombro para seguir adelante.
Este libro es muy interesante, es apasionante e invito a todos a que lo lean. (Eliana Montuori)

Autor: Marta Abergo Moro
Ilustraciones: Hernán Padín
Editorial Biblos
Colección: Filosofía
134 pág. | 16 x 23 cm
ISBN: 9789876911108
Año de edición: 2013
1° Edición

Este libro no es una introducción a la filosofía a la manera tradicional. Sin embargo, puede constituir una introducción a una perspectiva filosófica que, a diferencia de otras, considera imprescindible construir puentes con otras áreas del conocimiento y la cultura a fin de fundar sus hipótesis o afirmaciones sobre bases más sólidas que las de una mera especulación subjetivista. De ahí las intercalaciones en recuadros con definiciones de nociones básicas y referencias a la mitología y la historia de la ciencia.
El hilo principal que lo recorre aborda la sinuosa relación entre apariencia y realidad, a sabiendas de que las aproximaciones son parciales y están lejos de pretender una comprensión total y sistemática.
En tanto invitación a la reflexión y al pensamiento crítico, la autora recurre al rico material que proveen algunos cuentos cortos de narradores clásicos y a una selección de pensadores de diversa procedencia. La forma en que se engarzan los relatos con algunas reflexiones plantea al lector el desafío de participar activamente en el establecimiento de relaciones no siempre explícitas.
Más que afirmar, se ha buscado sugerir. Como todo hilván, aunque provisorio, sujeta con firmeza pero no ata.

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